Leo "El concepto científico de la historia" de Ricardo García Granados (1851-1930), ensayo publicado en 1910 que revisa sucintamente las teorías modernas que han intentado elucidar la evolución histórica, demostrando los yerros y carencias de las explicaciones que parten del plan divino, el libre albedrío del hombre y la intervención del azar, para proponer, finalmente, una metodología científica basada en la aplicación a la historia de una psicología empírica que logre explicar la naturaleza de los hechos. En un capítulo titulado La evolución de los pueblos por selección, adaptación y herencia, en el que García Granados hace una crítica del darwinismo social, encontré un párrafo que me llamó la atención por la validez que cobra en la circunstancia mexicana actual, pese al propósito del texto y la época en que fue escrito. A continuación transcribo lo que encuentro más significativo:
"La adquisición de bienes materiales y la formación de clases distintas, según su riqueza, ejerce también una influencia considerable en la selección (...) En donde la propiedad se halla muy dividida, el número de hombres sobresalientes es muy considerable. Por lo contrario, la repartición de la propiedad entre un número reducido de personas, lo que se llama un sistema de gobierno plutocrático, produce resultados desfavorables en la selección, no solamente porque presenta a menor número de personas la posibilidad de levantarse a grande altura social, sino porque propaga los vicios de las clases superiores, desmoralizando también a las inferiores, a las cuales mantiene en un estado de miseria y de abyección que excluye todo progreso (...) A esto hay que agregar que, bajo este sistema, no son por lo general los más aptos los pocos que logran elevarse de las clases bajas a las superiores, sino los que se prestan más voluntariamente a servir de instrumentos a los privilegiados."
¿Acaso no, precisando las diferencias necesarias, estas observaciones tienen sentido en la situación social y política de México a más de 100 años de distancia? ¿Acaso no pueden trasladarse estas palabras al día de hoy, para hablar de una "selección" favorecida desde el poder, que excluye y mantiene en un estado de anquilosamiento a la mayoría, creando las condiciones para que se envicie y desmoralice, y avance hacia la descomposición?
